¿Cuántas veces nos hemos cortado a la hora de organizar planes más indicados para adultos pensando que los niños no serían bienvenidos? ¿o que se aburrirán y por consiguiente frustrarán nuestro disfrute?
Bien pues hoy os traigo uno de esos planes que nos encanta a los adultos y que los niños, no solo son bienvenidos, sino que además disfrutan de su momento de diversión.
La visita a las Bodegas de Son Puig con su respectiva cata de vinos. ¿Interesante verdad?
El otro día unos amigos me invitaron a conocer la Finca Son Puig, lo cierto es que no sabía muy bien lo que me encontraría. Nunca había estado en una finca de viñedos, mi única referencia es el pequeño viñedo que tenemos en nuestra casa de campo de Binissalem, y la verdad que no tiene nada que ver.
Son Puig es una Masía en letras mayúsculas. Impresionante. En ella reside y trabaja en su explotación la familia Alabern de Armenteras.
Isabel Alabern de Armenteras es la gerente, hija de Raimundo, el promotor de este proyecto y quien confía en su hija para la gestión de la finca. Ambos trabajan codo con codo para ofrecer un vino de calidad, un vino con las características de su valle, Puigpunyent.
Isabel estudió periodismo, pero cuando su padre decidió plantar la viña y comenzar a producir sus propios vinos, cambió el rumbo de su vida y empezó a formarse como ingeniera técnica agrícola. Hoy es ya una experta en la elaboración de vinos.
Con mucho orgullo, Isabel cuenta en su visita, que son de los pocos productores de vino que elaboran su vino sólo con uva de su propia cosecha. Evidentemente ello tiene un precio, una producción limitada, que irá en función de la cosecha del año. Pero así controlan y aseguran la calidad de sus vinos. “No tiene sentido mezclar la uva, cultivada en un micro-clima muy especial como el de Puigpunyent, con uvas de otros pueblos, donde en comparación, hay un clima más seco y las variedades se comportan de otro modo». – dice Isabel.
Tras una visita guiada por las salas de depósitos y barricas, y por los jardines, luego pudimos degustar varios de sus deliciosos vinos, pero como a mí solo me gusta el vino blanco sólo puedo hablar de uno, Sonpuig blanc d’estiu (un blanco joven, ligero y fresquito en el q predomina la variedad autóctona Prensal Blanc).
El entorno no podía ser más idílico. En pleno valle de Puigpunyent, ahí estaba yo disfrutando de mi copita de vino blanco, con unas cerezas recién cogidas (¡¡¡impresionantes!!! –venta directa de cerezas bajo encargo), mientras mis hijos correteaban por todo el terreno y disfrutaban de la casita de madera que los trabajadores de la finca construyeron con sus propias manos para regalar a los nietos de Nuria y Raimundo.
La Finca abre sus puertas a todos aquellos que quieran visitarla, pero se pide un mínimo de 8 personas por grupo.
Hay dos tipos de visita:
- Visita con cata de 5 vinos. Duración aproximada 1.30h – 2h. Precio por persona 20 euros.
- Visita con cata de 5 vinos + aperitivo (que más que un aperitivo es casi una degustación de tapas de calidad elaboradas en la propia finca!). Duración aproximada de 3h. Precio por persona: 40 euros
Cuando la visita es con niños, también sacan un aperitivo adecuado para ellos, refrescos, patatillas, aceitunas… ¡así tienen su propia cata! 😉
Para más información podéis visitar la web de Bodegas Son Puig
¡Feliz fin de semana a todos!
¡¡qué bonito reportaje, Patricia!! Muchas gracias. Espero que estés recuperada. Un abrazo fuerte,
Isabel
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