El otoño ha entrado y lo ha hecho con fuerza, pero estoy segura que aún nos esperan días de sol, y aunque lo de meterse en el agua será solo para valientes, hoy os traigo una alternativa para seguir disfrutando del mar en los días soleados. ¡Pescar con los peques!
Aunque pescar a priori puede parecer más de niños, es ideal para todos, incluidos los papis.
Toni llevaba mucho tiempo insistiendo que tenía ganas de llevar a pescar a los niños, él nunca había pescado y le hacía ilusión probarlo con Lía y Alex. A mí me parecía demasiado pronto porque Alex no tiene ni los 4 años pero quisimos probar.
De pequeña era una actividad muy habitual en mi casa, mi padre es un forofo de la pesca, en cualquiera de sus modalidades, y como conoció a mi madre muy pronto (a los 15 años!) pues crecieron juntos en esta afición. Mi madre incluso le acompañaba en sus inmersiones de pesca submarina. Con esto os imagináis que mi padre nos introdujo tempranito a mis dos hermanos y a mí. Al principio era solo pesca de caña y luego fue pesca submarina, aunque a mí ya no me atrajo tanto, los fondos marinos me dan un pelín de respeto.
La pesca requiere observación y paciencia, por lo que me parece una actividad muy positiva para los niños.
Para iniciarles recomiendo usar las cañitas infantiles de toda la vida, las de bambú: 1_son más económicas, 2_así adquieren la sensibilidad necesaria para las cañas con carrete y 3_ porque esta última requiere un mínimo de conocimiento para montarla.
Las de bambú podéis encontrarla en los típicos suvenires de playa, aunque nosotros las compramos en Decatlón por 3€ (aunque no son de bambú sino de plástico, muy prácticas y cómodas). También compramos una de carrete baratita, Toni se moría de ganas de probarlas, tienen una por 10€ pero luego hay que añadir los pesos, hilo, anzuelos, etc… Os recomiendo que salvo que queráis pasaros más tiempo deshaciendo los líos que hacen vuestros hijos porque no recogen bien o porque recogen más de la cuenta, mejor ir a las clásicas infantiles, os ahorrareis dolores de cabeza.
Los cebos los podéis encontrar en sitios de pesca, pero en Decatlon también venden gusanos, por lo que allí os podéis aprovisionar de todo, (aunque gambitas no vi que tuvieran).
Otro cebo muy típico con niños es la típica masa de harina y agua. Quise hacerla con mis hijos, pero no nos dio tiempo, aunque sinceramente no recuerdo que me picaran mucho con esa masa, pero era tan divertida hacerla!.
Nuestra primera experiencia con Lía y Alex fue muy divertida, tenéis que ver su cara cuando cogimos los primeros peces, saltaron de alegría. Además cada uno tenía su cubito y así iban compitiendo quien tenía más. Pero si os soy sincera Alex perdió el interés, de hecho le pillé tirando nuestros trofeos ya muertos al mar. Tres peces llegó a tirar!!. Ya intuía yo que era muy pequeñito, aunque no se si es más su edad o su extrema necesidad de actividad, que algo tan pasivo no va con él. Pero a Lía le gustó, por lo que nosotros repetiremos, pero esta vez con dos cañitas infantiles.
Mallorca nos ofrece un montón de sitios ideales para ir a probar con nuestros peques, buscar explanadas lisitas y de poca altura y así estaréis todos mucho más cómodos. Ah! Y no os olvidéis la merienda!.. Una mañana de pesca requiere un una merienda de reyes J
¿Habéis ido ya de pesca con vuestros peques? ¿Les gustó?