No sé si habéis oído alguna vez la famosa campaña Meat Free Monday, traducido como #LunesSinCarne. Es una campaña que lanzó la familia McCartney hace varios años y que se ha extendido por todo el mundo. Esta campaña tiene como objetivo reducir el consumo de carne para mejorar la salud, preservar los recursos animales y cuidar el medio ambiente.

No se pretende promocionar el vegetarianismo, pero es cierto que existe la necesidad de un mayor consumo de verduras y hortalizas en nuestra dieta. En el caso de los niños, la obesidad es un tema candente, el escaso tiempo de las madres en preparar cenas apropiadas, nos lleva a recurrir a recetas rápidas y no siempre saludables, además por supuesto de la falta de fuerzas de luchar para que coman cosas que no son de su agrado.

Conocéis todos mi proyecto personal AEV (enseñar a apreciar las verduras), que nació incluso antes del blog, pero que me pareció interesante trasladar. Muchos podéis pensar que he tenido suerte con mis hijos porque comen de todo, pero no siempre fue así.

Desde que mis hijos tuvieron edad de comer sólidos hasta aproximadamente los 3 años, las horas de cena eran un suplicio.Yo llegaba de trabajar cansada como todas y lo último que me apetecía era pelear. Pero no me hubiera sentido bien si por evitar una pelea hubiera recurrido a nuggets, espaguetis o pescado rebozado congelado.

Gracias a ese esfuerzo, hoy nuestra alimentación tiene un gran componente de verduras y hortalizas. De hecho más de un día a la semana les sirvo recetas vegetarianas, incluso veganas si nos ponemos más radicales, y se las comen encantados. Os voy a mostrar algunas de las recetas para que veáis que estos platos sin proteina animal no tienen por qué ser aburridas:

  1. Revuelto de trigueros y espinacas (receta aquí)
  2. Lasaña vegetal sin harinas (receta aquí, vídeo aquí)
  3. Empanadillas integrales de calabacín y queso feta (receta aquí)
  4.  Calabacines rellenos de soja texturizada (receta aquí)