Sí, sigo viva!!!! Os prometí que si tuviera algo interesante que contaros volvería. Y hoy os traigo una opción muy chula para cumpleaños en Mallorca!
Cada vez que se acerca el cumpleaños de Alex tiemblo. Tiene una imaginación y una capacidad de pensar que todo es posible que me asusta, sobretodo si la ejecutora tengo que ser yo.😢
Está claro que mis hijos no son muy tradicionales en cuanto a temáticas de cumpleaños se refiere. Ya os mostré el cumpleaños de vaquera de Lía, el de masterchef cuando aún no era tan común, y algunos que no trasladé al blog por resultar inverosímiles, como uno de Skaters o la disco party que monté el año pasado a Lía.
Este año, mi heredero quería un cumple de escalada, tirolina, karate, boxeo y rampa skater… vamos, sencillito. Pero tengo que decir a su favor que no es un niño exigente con la ejecución. Cuando le mostré ciertas limitaciones, me contestó: (ojito a su primera persona):
“No te preocupes mami, no necesitamos un rocódromo, ya escalaremos la casa 😳. Para la tirolina pondré una cuerda en los árboles 😨. Para el combate de karate y boxeo tú solo trae un silbato👍 y para la rampa de skate cogeré una madera🤔».
No se cómo me estreso teniéndole a él en mi vida.
Así como el resto de cumples me veía capacitada para organizarlo yo, obviamente para este necesitaba ayuda, aunque no tenía claro dónde buscarla. La magia de Instagram hizo que en un segundo tuviera un teléfono donde llamar, y en esa llamada me dieron el teléfono de 8 aventura.
Ellos serían los encargados de montar un circuito de aventura en mi casa, tirolina incluida!. No podía estar más feliz. Adrián vino una semana antes para investigar la zona, y luego me envió mail con todas las opciones posibles.
¡En un abrir y cerrar de ojos tenía el cumpleaños deseado de mi hijo!.
Lo que me sorprendió es que vinieron con un par de arneses chiquititos por si había algún niño pequeño. Y claro, los pequeños felices!! Pudieron disfrutar de la tirolina como los mayores.
Todos los niños disfrutaron, pero ni os imagináis mi hijo. 8 Aventuras había conseguido transformar el pinar de nuestra casa en todo un circuito de monos, y Alex no podía ser más feliz. Además la paciencia de Adrian y de Joana fue admirable, durante más de dos horas subieron y bajaron a niños bromeando y riendo sin respiro.
Yo por mi parte estoy encantada de poder haber podido disfrutar relajadamente de un cumple porque normalmente estoy metida en el ajo.
En el puente del mono:
En la escalera de helicóptero:
En la tirolina:
Mallorkids