Tal y como os prometí ayer, en el primer post de Suiza con niños, hoy os voy a mostrar parte de lo que vimos o hicimos en Suiza, mañana lanzaré el tercer y último post, prometido. 😉
Hay lugares muy recomendables en otras guías, como Jungfrau o Pilatus, que no visitamos, en invierno el acceso está cerrado y aunque estuviera abierto al estar a tanta altura no me atrevía por el frío que pudiera hacer, por lo que las dejamos para cuando descubramos Suiza en primavera-verano.
Zurich
Evidentemente sobra decir que hay que pasear por la parte antigua de la ciudad y por una de las calles más bonitas y caras de la ciudad, Bahnhofstrasse.
Uetliberg. Es la montaña de la ciudad de Zurich, popularmente conocido como “el tejado de Zurich”. Desde ella si se tiene suerte y hace un día bueno se tienen unas vistas espectaculares del lago de Zurich. Os pongo una foto de la primera vez que fuimos con Lía pequeñita donde podreis apreciar las vistas que hay (nota: fuimos también en invierno, en enero y la temperatura no tenía nada que ver con esta última vez ya que no bajamos de los 0 grados ni un día además de tener días muy soleados).
En invierno hay una pista pequeñita de trineos (4 km de descenso), perfecta para introducir a los niños en este deporte tan divertido y familiar!. Al lado del restaurante en la cima alquilan trineos por CHF 20.
Desde la ciudad son 30 minutos en tren, y si vais a ir en trineo mejor coger un pase de día porque así podréis subir y bajar en trineo cuantas veces queráis, solo son CHF 18 (2 adultos).
Comer en Zurich: Suiza es muy caro, y la comida más (para que os hagáis una idea, un Mc Donals para 2 adultos con 2 Happymeals son aprox 40€). Nosotros desayunábamos fuerte, nos llevábamos unos sándwiches para comer, así ahorrábamos dinero y tiempo, porque en Suiza todo cierra pronto, por lo que mejor no entretenerse comiendo. Pero os recomiendo un par de restaurantes en los que sí hemos estado que merecen la pena:
- Swiss Chuchi en Hotel Adler una Fondue buenísima, recomiendo reservar, estilo rústico y de madera, situado por el casco antiguo.
- Zeughauskeller. Famosísimo restaurante de comida típica Suiza, enorme tipo mesón, incluso se comparte mesa, se recomienda reservar.
- Sten Grill. El sitio más famoso para comer salchichas. Los suizos suelen comerlas en la calle si no llueve. De hecho nos llevamos una sorpresa porque está reformadito y todo, antes era un corner cutrillo con lámparas de calor.
- Chalet Fondue: es una cabañita en el patio de un centro comercial, muy bonita y acogedora. Aquí cenamos en nochevieja una raclette espectacular, aunque hundió nuestros bolsillos!
- Don Leone, cadena de pizzerías muy ricas. Perfectas para ir con niños. Precio estándar.
Lucerna
Recomiendo dedicarle un día entero porque es la ciudad más bonita que haya visto nunca. En invierno y con nieve tiene un encanto especial, además de estar toda iluminada. No os perdáis la escultura del León más triste del mundo, esculpida en una pared de roca y con más de 6 metros de alto. Pero lo más histórico de esta maravilla de ciudad son sus puentes grabados, que separan la nueva Lucerna de la antigua.
En Lucerna se encuentra el Museo de Transporte Suizo, el más grande de su categoría en Europa. Los niños disfrutaron muchísimo porque está lleno de juegos interactivos para niños. Es enorme, se necesita una mañana para visitarlo entero. La entrada son CHF 30 (25€) adultos (niños menores de 6 años gratis).
En Lucerna está una de las excursiones más interesantes de Suiza, la subida al monte Pilatus con el tren cremallera más empinado del mundo, aunque en invierno está cerrado. Otro motivo por el que tenemos que volver en primavera.
También es famoso el monte Rigi, Además de unas vistas espectaculares hay pistas de trineo geniales para pasar una tarde. Os pongo alguna foto de cuando estuvimos con Lía siendo un bebe, ya que esta vez no hemos subido.
Einsiedeln y el lago de los cuatro cantones (o lago de Lucerna)
Esta ciudad en mi opinión no es la más bonita, pero llegar a ella solo para ver la virgen negra de Suiza y su impresionante monasterio benedictino merece la pena. Está considerada la ciudad de perenigraje Suiza. Además tiene un atractivo para los niños, y es que bordeando la catedral se pueden observar las caballerizas del monasterio y vimos cómo les montaban y daban de comer a los caballos. Caminando desde allí se llega hasta una zona ladera de nieve perfecta para niños pequeños donde aprenden a esquiar y se tiran en trineos ellos solos.
Después de visitar Einsiedlen bajamos hasta el lago de los cuatro cantones y recorrimos los pueblecitos que lo bordean.
En el próximo post os terminaré de contar qué vimos en Davos, Gruyere y otros pueblecitos preciosos.
¡Precioso recorrido! Nosotros Zurich sólo la vimos desde lejos, sin embargo, Lucerna la disfrutamos muchísimo. Eso sí: era verano y el paisaje es totalmente diferente. Con lo que sí estoy de acuerdo es con los precios: de verdad que es todo muy caro… Y para comer, o te adaptas al horario suizo o al final sólo encuentras abierto el McDonald… La otra opción es lo que hacíais vosotros: llevar la comida preparada o -como hacíamos nosotros- ir a la autocaravana a comer. Voy a leer el último post!!
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Si sí… todo carísimo, si no lo organizas bien se puede convertir en el viaje que se llevó tus ahorros! jajajajja
Vuestra manera de viajar en autocaravana me atrae tanto!!!!!… En breve lo probaremos, eso sí, de alquiler!
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