No me preguntéis cómo, pero aún tenía pendiente publicar este post sobre el refugio Pont Romà que hay en Pollensa al que fuimos a finales de junio del año pasado.

Fue el mismo fin de semana que hicimos esta excursión en Kayak por la Bahía de Pollensa, fijaros si ha llovido, pero bueno, más vale tarde que nunca y por fin hoy lo publico.

Los refugios del Consell están situados en la ruta de Piedra en Seco GR-221 y están destinado a aquellos excursionistas que buscan cobijo en su recorrido. A nosotros nos sirven para conocer rincones de la isla de una manera diferente y divertida para los niños. Normalmente hacemos pequeñas excursiones que hay alrededor de los refugios, pero en esta ocasión la llegada temprana del verano hizo que cambiáramos de opinión, y en lugar de excursión nos fuimos a la playa 😛

El Refugio del Pont Romà es una concesión del Consell. Cuando os hablé del Refugio de Son Amer en Deià (aquí) ya os comenté que eran los dos únicos refugios gestionados de manera privada mediante concesión. No es el típico refugio que necesites reservar con meses de antelación, de hecho nosotros reservamos solo un par de semanas antes. Quizá será porque está al final de todo el recorrido, aunque solo son conjeturas mías.

Pont Romà está situado en el pueblo de Pollensa, es el antiguo matadero municipal situado cerca del Torrent de Sant Jordi por lo que lo hace ideal para salir a conocer el pueblo y sus alrededores, además alquilan bicicletas motorizadas.

Tenía un poco de miedo cuando reservé el refugio del Pont Romà, porque los reviews de Tripadvisor dejaban mucho que desear. Aunque muchos de los comentarios daban a entender que quien se había alojado en ahí no entendía el concepto de refugio confundiéndolo con un hotel, por lo que los ignoré.DSC_0161Como todos los refugios que he visitado hasta ahora, Pont Romà está en perfectas condiciones, con unas bonitas instalaciones y unas habitaciones amplias. Nosotros nos alojamos en una de las habitaciones de arriba con una capacidad de 12 personas, y aunque estábamos genial nos enamoramos de la habitación de abajo para 8 personas.DSC_0034

Para no perder la costumbre, nosotros nos trajimos nuestro propio picnic para la cena. Lo cierto es que los menús en los refugios son muy económicos, pero en aquellos que el acceso en coche es viable, me parece más divertido el tema del picnic.

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En esta ocasión no puedo hacer gala del trato que personalmente recibí por parte de una persona del refugio, y mucho menos del comentario despreciativo que escuchó uno de mis hermanos sobre los “huéspedes mallorquines”. En todos los refugios en los que hemos estado, y ya sabéis que son bastantes, el 90% de los huéspedes con los que nos hemos encontrado han sido mallorquines o residentes, y en todos, he visto excelente educación y respeto hacia el refugio y hacia el entorno. De hecho la gente que se aloja en los refugios son excursionistas, y como tales, respetuosos y amantes de la naturaleza que tan solo buscan comer y descansar para seguir su camino.

Este refugio, al estar en Pollensa, tiene un porcentaje mucho mayor de huéspedes extranjeros, y aunque parece que su objetivo es potenciar su demanda en detrimento de los mallorquines, tampoco vimos un trato muy amigable hacia ellos.

No puedo generalizar con el resto del equipo que trabaja en el refugio, que sí fueron amables, pero justo la persona que más debería respetar a sus clientes, es quien hizo ese comentario poco afortunado y quien tampoco tuvo el detalle de atender la petición de calentarme la leche de los niños.

Salvo estos pequeños incidentes, debo decir que nuestra estancia fue grata, y que para nada nos fastidió nuestro disfrute en familia.

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