En los inicios del blog, publiqué un par de restaurantes que apenas tenía fotos propias, por lo que utilicé algunas que encontré en internet.
Little Italy fue el primero de ellos, y siempre he tenido pendiente volver con la cámara para presentaros el restaurante como toca, ya que es uno de mis favoritos. Y como ya va siendo nuestra tradición en la familia, en cuanto comienza la temporada de terracita, sol y playita, éste es uno de los primeros restaurantes a los que vamos, por lo que en Semana Santa aproveché a tomar fotos.
Aquí os dejo, con el mismo post, pero con fotos mías recientes. Post original publicado el 7_01_2014
Creo que todos los padres hemos reducido mucho nuestras salidas a restaurantes, y no solo por motivos económicos, muchas veces es la pereza de estar en un restaurante y tener que estar pendientes que tus hijos no se levanten, que no molesten a los de la mesa de al lado, que no se pongan por delante de los camareros cuando van a tope porque se lía parda, porque comer tu plato caliente ya es un lujo que en rara ocasión te puedes permitir y si encima hay que pagar, uf! La pereza se apodera de uno y decide que en casa no se come mal.
Lo cierto es que mi caso no es tan exagerado y desde muy pequeñitos he acostumbrado a mis hijos a ir a restaurantes y estar sentaditos. Vale, no todo es oro lo que reluce en nuestras salidas y no siempre lo consigo, pero creo que no estoy lejos.
Little Italy en Pollensa fue mi mayor descubrimiento hace unos añitos, y no solo por su ubicación, sino porque además sus pizzas son increíbles.
Little Italy está situado en el Paseo Marítimo de Pollensa, enfrente de la playa (Paseo Vora Mar 57). Lo teneis ubicado en el mapa de Mallorkids (aquí)
La distancia entre el restaurante y la arena de la playa son apenas unos 2 metros. Ese trozo de playa que hay enfrente del restaurante, tiene además el ancho de arena perfecto hasta el agua, ni muy estrecho ni muy ancho, por lo que los niños pueden jugar en la arena perfectamente sin salir de tu ángulo visual y sin tener que vigilar que cada segundo estén en el agua.
Desde que lo descubrimos, este restaurante pequeño, sin grandes pretensiones, pero con unas pizzas de escándalo, y una ubicación de lujo, se ha convertido en mi sitio preferido en esos días soleados fuera de la temporada estival.